SOMETHING, MAYBE, Elizabeth Scott

FICHA TÉCNICA
Título: Something, maybe
Autora: Elizabeth Scott
Editorial: Simon Pulse
Formato: Papel y kindle
Páginas: 217
Idioma: inglés
Precio: 15,95
€
Edad: a partir de 14 años
Todo el mundo piensa que sus
padres son embarazosos, pero Hannah sabe que les vence a todos. Su padre hizo
una fortuna mostrando fotos de chicas bonitas (y por su ‘fiestera’ forma de
vida) por todo Internet, y su madre, que fue una vez una de las novias de su
padre, es ahora la estrella de su propio sitio web. Después de haber conseguido
la atención equivocada durante demasiado tiempo, Hannah ha aprendido cómo
mantenerse fuera del radar….y así es como le gusta estar.
Por supuesto, eso no la está
ayudando a que el chico del que está enamorada se fije en ella. Hannah está
segura de que el sensible y maravilloso Josh es su alma gemela. Pero entre
intentar que él se dé cuenta de que existe, preguntarse por qué no puede dejar
de pensar en ese otro chico, Finn, y lidiar con sus padres, Hannah siente que
se está volviendo loca. Está decidida a hacer que las cosas vayan como ella
quiere… sólo que lo que ella quiere puede que no sea lo que necesita.
Esta historia me ha gustado mucho. Vale, no es una novelaza de las que pasarán a la historia, ni será un bestseller, pero es entretenida y te puede hacer pasar una buena tarde.
Sí, entra en mi categoría mental de adolescentes-a-los-que-les-pasan-cosas,
pero si soy sincera ADORO esa categoría. Las historias me inspiran, suelen
tener toques divertidos y, además, lo que ya he dicho: entretienen. Son novelas para pasar el rato
que además pueden conquistarte, ¿no es genial?
Hannah es una adolescente que tiene
bastantes movidas detrás. Su padre, Jackson, tiene una mansión llena de
jovencitas que se pasean en bikini y se abrazan a él en su programa de
televisión; su madre fue una de ellas, salió con él y se fue cuando se quedó
embarazada. Además, ese anuncio en el que ella aparecía en cueros (solo tapada
por una caja de pizza) no es que hiciera que la cosa mejorara, precisamente.
Hannah habla de ello sin avergonzarse excesivamente, quiere a su madre y la
acepta, aunque está claro que no le gusta que todo el mundo la relacione
inmediatamente con ella.
Jackson tenía unos cincuenta por ese
entonces, así que ya era viejo y además asqueroso, sobre todo porque mamá tenía
sólo diecinueve..., pero ella jura que él lucía y actuaba como si fuera más joven.
Hay toda una sección en su autobiografía donde habla de lo guapo y activo que
era; una vez la intenté leer, pero sentí como si los ojos me sangraran por
dentro.
Quiere a su madre, sí, pero odia a su
padre. No le ve desde que con doce años la usó para su súper show en la
televisión, y siente un rechazo casi innato. Echa de menos a su padrastro y
odia cómo se pone su madre cada vez que él aparece en la conversación (la cual
está más rota por dentro de lo que sus faldas cortas, su webcam y su ombligo al
aire dejan ver), pero no puede hacer nada contra él.
Supongo que así nos ponemos todas con los
flechazos, pero... no te pases, en serio, maja.
El caso es que también está ese chico, Finn.
También trabaja con ella en el sitio de comida rápida, y es majo... pero
pesado. Se hace el gracioso, y suele interrumpir los momentos que tiene
con Josh, y es simpático, y bromea, y... ¿por qué no puede dejar de pensar en
él? ¿Qué le pasa, por qué ahora Finn ocupa también parte de sus pensamientos?
Finn no es Josh, él simplemente es un chico normal...
Me
encuentro a Finn recostado sobre el sofá, leyendo un libro muy gordo con una de
esas portadas que dicen “¡Soy un clásico!” (ya sabes cuáles, todas tienen
fondos oscuros con una fotografía de una anciana o flores o algo... Nunca nada
bueno).
—¿Estás
leyendo? —pregunto. No es que piense que Finn no sea capaz de leer ni nada,
solo es… bueno, no es exactamente lo que esperaba ver. Me imaginaba que Finn
pasaba su tiempo libre haciendo lo que sea que hacen los chicos que no son Josh
cuando no están en la escuela. Eructando, o algo.
—Intenta
no parecer tan sorprendida —dice Finn—. Leo. Puedo contar hasta diez. A veces incluso
puedo escribir mi propio nombre.
—Te he
visto escribiendo, así que no estoy tan segura sobre lo último.
Las cosas avanzan. El mundo se mueve,
Hannah va abriendo los ojos poco a poco. A lo largo de la historia, Hannah se
dará cuenta de qué cosas son importantes de verdad, cuáles son reales y no
parte de su imaginación o de un gran show... Se dará cuenta de quién está ahí cuando las cosas
van mal, y se dará cuenta de qué es lo que de verdad necesita.
Sí, es bastante predecible y tampoco es para tanto, pero, por última vez: es una historia entretenida si quieres
pasar un buen rato. El personaje de Hannah me resultó simpático y, oh Dios,
Finn, eres genial. En serio.
¡Espero que os guste!
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